LA CUESTIÓN NEGRA EN EEUU. Un asunto de clase, no de raza.
El asesinato de George Floyd a principios de junio de 2020 levantó una oleada de protestas por todo EEUU y parte de Europa, denunciando el racismo institucional. En este artículo vamos a analizar la situación de los afroamericanos en EEUU, para ver si realmente están oprimidos por su raza, o si por el contrario, su situación responde a otras causas.
Antes de empezar, queremos aclarar que desde este espacio rechazamos de manera absoluta el racismo. Cualquier tipo de discriminación o rechazo hacia una persona debido a su color de piel, facciones u otras manifestaciones fenotípicas de sus genes, es algo totalmente condenable. Nosotros pensamos como Martin Luther King: las personas deben ser juzgadas por su carácter, no por su color de piel. Aclarado esto, empezamos.
¿Hay racismo en EEUU? Por supuesto. En un país de casi 300 millones de habitantes, es (lamentablemente) inevitable que varios millones estén pronunciadamente inclinados a la estulticia (lo que popularmente se llama "que tienen pocas luces") . Ahora bien, ¿hay racismo institucional en EEUU? No. ¿Los afroamericanos están oprimidos por ser negros? No.
Vamos a desarrollar estas respuestas, no con afán de dejar en mal lugar el movimiento Black Lives Matter, sino para ayudar a comprender la situación real de los afroamericanos. Conocer la situación real a nivel material de un colectivo es el primer paso para poder pensar cómo mejorar su situación general.
La idea de que en EEUU hay racismo institucional y sistémico son dos: 1) los negros son asesinados por blancos, y 2) los negros en EEUU tienen 2,5 veces más probabilidades de ser detenidos por la policía. Analicémoslo.
En primer lugar, no es cierto que "los blancos maten a los negros". Tomando datos de 2016, según el Departamento de Justicia, y redondeando las cifras, el 90% de los negros asesinados murieron a manos de otros negros, mientras que sólo el 10% murieron a manos de blancos.
Por lo tanto, no es cierto que en EEUU haya un asesinato sistemático, ni siquiera mayoritario, de negros por motivos racistas.
En segundo lugar, es cierto que en EEUU la policía detiene, proporcionalmente, a más negros que blancos. Esto es indiscutiblemente cierto. Sin embargo, ¿es por motivos racistas? No se puede afirmar eso, por dos motivos. Primero: no conocemos las motivaciones de cada agente estadounidense, ni se conoce ningún protocolo policial que indique que haya que perseguir más a los negros. En segundo lugar, y según el Departamento de Justicia, con datos de 2018, las tasas de criminalidad indican claramente que los negros cometen proporcionalmente casi el triple de delitos que los blancos.
Además, hay que tener en cuenta que las zonas más pobres y conflictivas de EEUU (lamentablemente, donde hay más pobreza siempre hay más delincuencia) son habitadas mayoritariamente por negros: Detroit (más del 80% de población negra), Memphis (más del 60%), Nueva Orleans (60%), Baltimore (más del 60%), San Luís de Misuri (más del 49%), etc.
Con estos datos, es evidente que si la policía para más a negros que a blancos, no es por motivos racistas, sino por motivos de tasas de delincuencia y de distribución geográfica: los negros cometen proporcionalmente casi el triple de delitos que los blancos, y además se concentran demográficamente en determinados lugares.
Éstos son los datos. ¿Qué causa esta situación? Por supuesto, no tiene nada que ver con ningún tipo de inclinación de la población negra a ser más violenta o criminal, por supuesto. De hecho, la mayoría de negros no comete delitos. Pero, ¿por qué los negros cometen proporcionalmente más crímenes que los blancos? Es una cuestión de clase social, ligada a la pobreza. Donde hay más pobreza, hay más delincuencia. Eso sucede en EEUU y en cualquier otro país de cualquier otro continente. Los negros en EEUU sufren más pobreza que los blancos. Según el portal Poverty Usa, y de acuerdo con datos del Censo de Estados Unidos de 2016, mientras que los blancos están afectados en alrededor del 12% por la pobreza, los negros la sufren en un 26%. Más del doble.
Como expuse en otro artículo, ser pobre en EEUU es mucho más duro que serlo en un país europeo, puesto que no hay ayudas sociales que puedan suplir todas las necesidades.
Ahora bien, cabría plantearse si esta mayor situación de pobreza que sufren los negros en EEUU responde a algún tipo de racismo sistémico por parte de las instituciones estadounidenses. ¿La situación actual de los negros en EEUU es fruto de ese racismo institucional? No. Si hubiese racismo institucional, y los negros estuviesen oprimidos y marginados sólo por el hecho de ser negro, entonces no habría negros en las instituciones, ni habría negros de clase alta, ni negros famosos, ni negros políticos de altas esferas. Por el contrario, en EEUU hay presencia de negros en prácticamente todos los ámbitos sociales, institucionales y profesionales. Daremos algunos datos, y hay que interpretarlos teniendo en cuenta que los negros representan alrededor del 13% de la población estadounidense.
Según DataUSA, el 12,8% de los policías estadounidenses son negros. El 13% del personal administrativo son negros. El 10% del personal educativo son negros. El 7% del personal de Justicia son negros. En cuanto a la altas esferas políticas, si vemos las listas de congresistas y senadores de EEUU, podemos comprobar que hay más de una veintena de negros, tanto del Partido Demócrata como del Partido Republicano. De hecho, el color de piel es tan poco determinante en EEUU, que un negro puede llegar a presidente del país (como fue el caso de Barack Obama).
Teniendo en cuenta que los negros son menos del 14% de la población estadounidense, y que tienen tasas de pobreza mayores que los blancos, las cifras de negros en ocupaciones institucionales, profesionales de todo tipo y de policía indican claramente que el color de piel no es un impedimento para acceder a esas esferas. Como tampoco lo es para enriquecerse u obtener prestigio social. En EEUU hay, por ejemplo, muchísimos actores negros de enorme prestigio y cachés multimillonarios (Will Smith, Morgan Freeman, Samuel L Jackson, Eddie Murphy, Martin Lawrence, Laurence Fishburn, etc).
Podemos afirmar, sin ninguna duda, que el problema que tienen en EEUU los negros no es consecuencia de su raza, sino de su mayor exposición a la pobreza, con todo lo que ello conlleva (menos acceso a educación, menos recursos para ascender socialmente, mayor contacto con la delincuencia, mayor convivencia con la violencia, etc).
Pero aún queda una última pregunta que hacer. Que los negros sean, proporcionalmente, más pobres que los blancos, ¿no indicaría un racismo de facto en la actualidad? No. El hecho de que haya más pobreza y menos cualificación laboral en la comunidad afroamericana es, sin duda, consecuencia de un pasado racista del país. En efecto, EEUU, incluso después de abolir la esclavitud, fue un país asquerosamente racista. Las repugnantes leyes Jim Crow impusieron una segregación racial sistemática e institucional. Cabe recordar que algunos negros estadounidenses huyeron a la Unión Soviética, puesto que allí el racismo era prácticamente inexistente. Pero en 1964 se aprobó la Ley de Derechos Civiles, que derogó de facto las leyes Jim Crow, y en 1965 se aprobó la Ley de Derecho al voto, que eliminaba la discriminación racial en ese derecho básico. Desde entonces, ningún negro ha tenido jamás ningún derecho menos que un blanco, ni los blancos han gozado de privilegios a costa de los negros. Pero, entonces….¿Por qué, a día de hoy, los negros son más pobres y tienen menos recursos, proporcionalmente, que los blancos? La respuesta no hay que buscarla en un inexistente racismo institucional actual, sino en el pasado: cuando en 1863 Lincoln liberó a todos los esclavos, éstos pasaron a engrosar las filas del proletariado. Se convirtieron en obreros, la inmensa mayoría no cualificados. Las leyes Jim Crow dificultaron enormemente el ascenso social de esos obreros no cualificados. Por ello, los negros fueron mayoritariamente de clase obrera (no cualificados, en general) durante muchas décadas. Además, se redistribuyeron geográficamente por las zonas más pobres y conflictivas, distribución que hoy aún es fuertemente presente.
En conclusión, la situación actual de los negros se explica en términos de clase social y de pobreza, circunstancia causada, en gran medida, por un pasado racista, pero que actualmente sólo responde a su determinación socio-económica dada por la clase social a la que mayoritariamente pertenecen.
Mientras se siga señalando un supuesto racismo institucional, y no se haga un análisis material y crítico, basado en datos y no en relatos, poco se podrá hacer para mejorar la situación de la mayoría de negros en los Estados Unidos de América.
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