NORUEGA. ESTATISMO INTERVENCIONISTA.
Por CríticaPolítica
Noruega es el país del mundo con mayor nivel de vida y mayor PIB per cápita, que convive con una baja desigualdad y una pobreza bajo mínimos. En efecto, su índice de Gini es de 0,27 (Banco Mundial, 2017) y su pobreza relativa sólo del 7,5% (Burgen Project, 2018). La pobreza en algunos países liberales es vergonzosa teniendo en cuenta sus PIBs per cápita. Por ejemplo, en Singapur, según este informe, la pobreza absoluta es del 12%, y la relativa del 26%. En Hong Kong, según su propio gobierno, la pobreza llega casi al 15%. Nada raro, teniendo en cuenta la inmensa desigualdad que hay: el índice de Gini de Singapur es de 0,38 (Statista 2020); el de Hong Kong, de 0,54 (HK Social Indicators, 2016).
El nivel del PIB per cápita noruego supera al de los países más liberales del mundo:
El objetivo de este artículo es mostrar que las economías estatistas, es decir, que se encuentran fuertemente intervenidas por un estado enorme (el cual controla gran parte de la fuerza de trabajo y tiene una carga fiscal fuerte y un gasto gubernamental muy alto), son perfectamente viables y que, incluso, pueden producir mayor riqueza y bienestar general que las economías más liberales.
Según la Fundación Heritage, Noruega es uno de los países económicamente más libres. En su informe del Índice de Libertad Económica (ILE), este país escandinavo se encuentra en el puesto 28 (de 180). Es calificado de "país mayormente libre". Esto es usado por muchos liberales para esgrimir que Noruega debe su altísimo nivel de vida a su perfil marcadamente liberal. Sin embargo, esto no es cierto. Veamos por qué.
Cabe señalar que el ILE ha sido un indicador puesto muy en cuestión. Varios autores han expuesto con datos y análisis detallados que en realidad el ILE no dice demasiado acerca de la libertad económica de un país. Algunas de estas críticas vienen de la izquierda, pero incluso el Instituto Mises refutó la validez del ILE. Campitelli también lo refutó.
Básicamente, las críticas se centran en que el ILE se calcula en base a indicadores que, en varios ítems, poco o nada tienen que ver con la libertad económica. Sin embargo, veamos esos ítems que sí tienen que ver con la libertad económica, tales como la carga fiscal, el gasto gubernamental, la libertad de negocios, etc.
Se supone que Noruega es mucho más liberal que España, la cual está en el puesto 58 y es calificada como "moderadamente libre". Sin embargo, podemos ver que Noruega tiene menor puntuación que España en lo que atañe realmente a lo que los liberales entienden por libertad económica:
Claramente, España tiene menos carga fiscal y casi la mitad de gasto gubernamental, así como mayor libertad de comercio, de inversión y financiera. También tiene ligeramente mayor libertad laboral.
Por lo tanto, España es más liberal que Noruega. Y aún falta otra cuestión que no aparece en el ILE: el tamaño del estado y su participación en la economía.
Noruega tiene el estado más grande del mundo y es de los más intervencionistas. No sólo porque mantiene los sectores educativo y sanitario públicos (en sanidad existen centros privados, pero fuertemente intervenidos), así como el sistema de pensiones (aunque también hay un descuento en las empresas), sino también porque su peso en las actividades económicas es inmenso.
Antes de continuar, hagamos un pequeño comentario sobre la sanidad. Pese a que una parte es privada, el estado tiene tal peso en la sanidad y regula de tal modo la privada, que los datos sobre el porcentaje del peso de la sanidad pública en Noruega es el más alto de Europa, muchísimo más que en Singapur y Suiza, y se acerca a Cuba, un país socialista.
Sigamos.
De entrada, el estado noruego es el que más fuerza de trabajo emplea:
Como se expone en este artículo, Noruega ha rehuído el libre mercado y se ha concentrado en aumentar el número de empresas estatales. Algo que, aunque no es per se algo socialista, sí es antiliberal. También es antiliberal el objetivo del enorme número de empresas estatales de Noruega. Como se expone en este informe:
"Norwegian ownership is an important means of ensuring that companies have their head offices and research activities in Norway. Foreign ownership, on the other hand, helps to ensure development and build competence.
The state is a major owner of Norwegian business and industry. State ownership ensures control of our national resources and ensures revenues that can be used for the good of society as a whole. State ownership can be decisive in ensuring Norwegian ownership and a base in Norway for key enterprises in the years ahead. Public ownership is an important means of achieving important political objectives relating to regional policy, transport policy, cultural policy and health policy."
En resumen: proteccionismo de la economía nacional y vigilancia de que el beneficio sea social. Algo muy poco liberal. Y de marcado corte socialista.
¿Hasta dónde llega el alcance del número de empresas estatales noruegas? Y cuáles de ellas son las más grandes y dedicadas a sectores estratégicos? Este artículo de Bitácora de Octubre nos aporta una relación de algunas de las más grandes, pero no las únicas:
"Según el Norwegian Ministry of Trade, Industry and Fisheries (2017), el Estado noruego es propietario de diferentes empresas en el sector petrolero y gasífero mediante el control del 67% de Statoil ASA o el 100% de Petoro AS, Gassco AS y Gassnova SF. En el sector eléctrico el Estado noruego posee el 100% Statnett SF y de Statkraft SF, las principales empresas productoras y distribuidoras de electricidad en el país. El Estado también posee el 100% de Statskog SF, quien administra 59 millones de hectáreas de terreno forestal. El Estado controla la producción de aluminio poseyendo el 34,26% de Norsk Hydro ASA, el sector de las telecomunicaciones mediante el control del 53,97% de Telenor ASA o el sector bancario mediante el 34% de DNB ASA, el mayor banco del país. En el plano inmobiliario el Estado posee el 33,4% de Entra ASA. En el sector del transporte posee los ferrocarriles con el 100% de Bane NOR SF y NSB AS o los aeropuertos con el 100% de Avinor AS, también el servicio postal con el 100% de Posten Norge AS. El Estado noruego tiene también el monopolio de la venta de alcohol mediante el control del 100% de AS Vinmonopolet."
En cuanto a la carga fiscal, como hemos visto en el informe del ILE, es muy alta. Los impuestos en Noruega son muy altos.
Aquí, por ejemplo, el impuesto de sociedades:
El estado noruego se queda con el 22% de la riqueza de cada empresa, con el 25% del sector financiero. Además, las rentas empresariales derivadas de la producción de petróleo y del transporte por los oleoductos noruegos se gravan en un 56%.
En cuanto a regulación del mercado laboral, Noruega no tiene un salario mínimo interprofesional, pero sí tiene salarios mínimos en determinados sectores. ¿Por qué? Aquellos sectores en los que el estado tiene actividad como empleador, están generalmente mejor pagados que en las empresas privadas.
Debido a la fuerte competencia que el estado noruego supone para las empresas privadas, éstas suelen ofrecer buenos sueldos y no es necesario imponer un SMI. Sin embargo, en los sectores en los que abunda la mano de obra inmigrante, que suelen ser sectores en los que el estado no interviene, sí había sueldos bajos. Por ello, el estado noruego impuso salarios mínimos en esos sectores. El estado también regula otros aspectos del mercado laboral, como las vacaciones, las bajas, maternidad, horas de trabajo, cotizaciones, etc. En este análisis de la regulación laboral en Noruega se afirma lo siguiente:
"Norwegian employment law is largely regulated through legislation, as well as by collective agreements concluded with nation-wide, well-established trade unions. Until the early 1970s, the Labour market was characterized by the lack of legislation and the inclination to regulat employee-employer relations through collective agreements. A shared view to avoid government intervention has been paramount to the Labour market for centuries. However, since the 1970s, several additional aspects of the relationship between employers and employees have been regulated by legislation, which generally is comprehensive, extensive and, in many cases, highly complex."
El gasto social del estado de Noruega ya ha superado al de España, que siempre se ha considerado uno de los países que más han gastado en políticas sociales, algo que no suele gustar demasiado a los liberales.
Por ejemplo, Rallo propuso que el gasto social debía reducirse hasta representar tan sólo el 5% del PIB. Noruega va en la dirección contraria. Y no es que le haya ido mal, precisamente.
En conclusión, Noruega es un país con un estado enorme, cuyo peso en la economía es muy fuerte. Tiene un altísimo gasto social, financiado por altos impuestos y por el monopolio del estado en sectores económicos estratégicos. Ese gasto social incluye servicios públicos de máxima calidad (educación, sanidad, etc). Su mercado laboral está más regulado de lo que comúnmente se cree, y su libertad a la hora de hacer negocios e invertir es menor que la que hay en otros países con menor ILE (supuestamente), como España.
Noruega es un país capitalista, pero no es un país liberal. Su sistema económico y social es muy estatista, y sus servicios públicos son de corte socialista.
Noruega, simplemente, destroza el mantra liberal de que a mayor intervención gubernamental y mayor peso estatal, peor funcionará la economía y peor vivirá la gente.
A
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