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BULGARIA: SOCIALISMO Y CAPITALISMO

BULGARIA: PROSPERIDAD SOCIALISTA Y MISERIA CAPITALISTA
Por CríticaPolítica1

Entre 1946 y 1990, Bulgaria fue un estado socialista: la República Popular de Bulgaria. Entre 1991 y 1992 se llevaron a cabo reformas liberales que convirtieron el país en un estado capitalista. Tras un analisis de ambas etapas, veremos que el socialismo trajo prosperidad y bienestar a toda la ciudadanía búlgara, mientras que el capitalismo ha enriquecido a una minoría, empobrecido a la mayoría y sumido en la miseria a una parte de la población.
Nos basaremos en 4 libros de Nadra, Hermes, Moreno y Miloshev, además de informes del gobierno búlgaro, todos descargables aquí. También aportaremos datos estadísticas de diversas fuentes, recopilados por Our World in Data.

La Bulgaria socialista tuvo un crecimiento constante de su PIB per cápita. Pese a no ser tan rica como la Europa capitalista, su crecimiento fue mayor:
Esta riqueza que creaba el socialismo en Bulgaria, además de ser creciente, estaba muy bien repartida: el Índice de Gini búlgaro en los años 70 era bajísimo, y aunque fue variable a lo largo del período, siempre fue significativamente bajo:

Según expone Nadra, en Bulgaria los trabajadores cobraban siempre lo suficiente para poder mantenerse a si mismos y a sus familias:
"El rápido desarrollo de la economía de la R.P. de Bulgaria permite elevar. incesantemente el nivel material y cultural del pueblo. La renta nacional aumenta a pasos rápidos y firmes y se distribuye teniendo presente el interés de los trabajadores. En el curso de 30 años de poder socialista los ingresos nacionales aumentaron alrededor de 7 veces y casi cuatro veces la renta “per cápita”. En 1972, esta última era de 1.209 levas contra 256 en 1939.
El salario medio en 1972 era de 1.560 levas contra 781 en 1956 y 485 en 1948. Al aumento de los ingresos reales de los trabajadores contribuye en particular la estabilidad y el poder adquisitivo de su moneda nacional —la leva— y de la ininterrumpida disminución de los precios al por menor de los artículos y los servicios, y también del monto de los impuestos y el alquiler de la vivienda.
Es interesante destacar que con una leva se pueden comprar 6 kilos de pan, viajar 25 veces en tranvía, comprar 10 kilos de tomates y 4 de manzanas.
En general, los gastos vinculados con el pago de impuestos y tasas significan el 4,8 % del presupuesto familiar medio y los de alquiler ocupan el 2,8 %. Por lo demás, en relación a 1952, los precios se redujeron 20 años después en un 22,9 %"

La seguridad social búlgara no se quedaba corta: "Bulgaria es uno de los pocos países del mundo que cuenta con una avanzada y humana legislación social y laboral. El derecho a pensión incluye todas las categorías de trabajadores de la ciudad y del campo. Los fondos para el seguro social (pensiones y diversas clases de ayuda) se recaudan totalmente de las empresas estatales y cooperativas y para los empleados de las instituciones, del presupuesto del Estado. No se hacen descuentos de los salarios para los seguros sociales.
En todas las profesiones está garantizado el derecho a pensión. Los hombres se jubilan a los 60 años o 25 de servicio y las mujeres a los 55 y 20, respectivamente. Se asignan ayudas en casos de accidentes, maternidad y
enfermedad.
El salario es igual para las mujeres y los hombres y está absolutamente prohibido que trabajen los niños. La jornada laboral es de 46 horas semanales y en algunas ciudades, después de 1968, se trabaja nada más que 5 días a la semana. En 1975 serán sólo 42,5 las horas semanales.
Se dedican grandes cuidados a la infancia. La red de establecimientos de puericultura incluye más de 1.000 guarderías con 47.000 camas y 7.641 jardines de infantes con cerca de 340 mil plazas. Las guarderías corren a cargo de los fondos sociales deconsumo. La tasa que pagan los padres apenas si cubre un 30 % de los gastos que origina cada niño.
Los trabajadores y campesinos disfrutan de vacaciones pagas anuales por un período no menor de 14 días. Existen además todas las condiciones necesarias para un descanso racional. Funcionan 986 casas de descanso con cerca de 70 mil plazas y unos 1.500 campamentos de pioneros en los que cada año descansan más de 600.000 niños.
El descanso y el tratamiento balneológico están subvencionados en Bulgaria por el Estado. La cuantía de los medios que éste concede cubren alrededor del 70 % del total de los gastos respectivos."

La sanidad era totalmente gratuíta y universa, además del empeño gubernamental de que la sanidad llegase a todos los trabajadoresl: "Los principios de la medicina del trabajo se aplican a través del servicio de sanidad, pero además en las empre sas industriales y lugares de construcción se crean puestos de
sanidad, destinados a los obreros, personalde ingenieros y técnicos y empleados de la respectiva empresa. Según el número de obreros, el carácter de la producción y la ubicación de la empresa funcionan institutos de sanidad que varían en especie y volumen. En primer lugar, desde abajo están los puestos de enfermeras y ayudantes de médicos, siguen después las diferentes categorías de puestos médi co-sanitarios y luego los grandes establecimientos de sa lud, secciones médico-sanitarias que atienden a grandes empresas. Un gran papel en la protección sanitaria lo desempeñan cada vez más los puestos de profilaxis de las empresas: les preventorios (para obreros con la salud debilitada), los sanatorios diurnos y nocturnos (para los amenazados de tuberculosis), los comedores dietéticos, las casas-cuna, etc."
Además, había especial cuidado en las madres y los niños: "La Constitución de Bulgaria establece una protección especial a la madre y al hijo. La mujer embarazada y la madre gozan de una serie de derechos. Si trabaja en la producción, no se le permite un trabajo extra ni nocturno como tampoco realizar trabajos pesados desde el cuarto mes del embarazo hasta los ocho meses de edad del niño. La mujer embarazada que por prescripción médica pasa a un trabajo más liviano, conserva el mismo sueldo. La ley prohíbe el trabajo infantil y a los jóvenes de menos de 18 años no se les permite el trabajo nocturno en profesiones nocivas a la salud. Las embarazadas que dan a luz gozan de 120 días de vacaciones pagas. Toda mujer que trabaja y que amamanta a su hijo, dispone diariamente de un descanso para poder alimentarlo".

El sistema sanitario socialista búlgaro, además, se preocupó especialmente de la alimentación del pueblo:
"La alimentación es un factor básico en la salud popular. Las investigaciones demuestran que el pueblo búlgaro se alimenta
hoy mucho mejor que hace quince años. Su alimentación es más abundante, más nutritiva y de mejor calidad. Aumentaron la producción y consumo de productos de origen animal, como consecuencia de lo cual es mayor la proporción de albúminas y substancias grasas en la alimentación diaria. Aumenta la conservación de legumbres y frutas frescas. Se perfecciona la industria de conservas, no sólo a través de un mayor surtido, sino también en la preservación y cualidades nutritivas. Varios institutos de investigación científica elaboran normas científicas para la alimentación racional de la población.
En los últimos años fue creado en el país un amplio sistema de control sobre los productos alimenticios, que comprende los institutos de investigación científica, algunos servicios sanitarios de empresas, la inspección sanitaria estatal y las estaciones sanitario-epidemiológicas, como también varios laboratorios de producción y control, laboratorios químicos y microbiológicos. El control abarca a todos los productos alimenticios, sean de origen animal o vegetal, a los condimentos, como también a productos industriales, cuya calidad puede incidir sobre la salud de la población. También se extiende sobre los productos alimenticios crudos, semifabricados o preparados y abarca su producción, conservación, transporte y distribución. El control sanitario se efectúa a fin de asegurar que estos productos sean no sólo inofensivos, sino también de alta calidad, lo que significa que deben contener la mayor cantidad posible de substancias alimenticias (albúminas, grasas, hidratos, vitaminas, etc.) en un estado que permita su máxima asimilación por el organismo humano."

Aunque podríamos comentar más cosas a nivel de sanidad, acabaremos mencionando la lucha contra la tuberculosis del gobierno comunista de Bulgaria, que consiguió controlar las terribles epidemias:
A nivel de industria, el socialismo desarrolló enormemente a Bulgaria. Aumentó la producción en todos los sectores y, de hecho, Bulgaria se convirtió en exportadora de tecnología punta en todo el bloque socialista.


Además de esta riqueza creciente y la baja desigualdad, apenas había pobreza en Bulgaria, según expone Milanóvic en este libro.
Porque, en efecto, la introducción del capitalismo en Bulgaria supuso una merma de la calidad de vida en la mayoría de la población. No es raro que gran parte de los búlgaros que vivieron en la República Pooular la echen en falta. El PIB per cápita sufrió un desplome, y hasta 2006 no recuerpó el nivel de la era socialista.

Pese a que el PIB per cápita de Bulgaria ahora es más alto de lo que llegó a ser con el socialismo, la mayoría de la gente vive peor. La desigualdad ha aumentado estrepitosamente, según indica el Índice de Gini búlgaro, que actualmente está cercano al 0,4 (frente al 0,18-0,20 de la etapa socialista).
La ingesta calórica per cápita se desplomó con la liberalización, y aún hoy es menor que durante el socialismo:
La pobreza no ha hecho más que aumentar desde la liberalización:
Esta merma de las condiciones de vida y el aumento de la pobreza, que ha llegado a cotas escandalosas (hay titulados universitarios que son indigentes) se debe al aumento de precios, la eliminación de los servicios públicos gratuítos (como la educación, que ahora deben pagarla aunque sea nominalmente pública), la degradación de la sanidad pública que obliga a los búlgaros a pagar mutuas privadas, el desempleo debido a las "leyes del mercado libre", etc. Ni siquiera la entrada en la UE capitalista ha solucionado los problemas de Bulgaria, que sigue estando igual o peor. La crisis búlgara iniciada con la supresión del socialismo está cebándose ya contra los más desfavorecidos, como los ancianos. Toda esta miseria ha desembocado en una crisis demográfica: el crecimiento poblacional socialista se frenó y revirtió con el capitalismo, que convirtió la Bulgaria exportadora de ordenadores a exportadora de personas: tiene más de un 18% de emigración.
La sanidad ya no es ni totalmente pública ni, en todo caso, totalmente gratuíta. Los búlgaros deben complementar la sanidad pública con mutuas privadas y, además, la sanidad pública ni siquiera llega a toda la población: un 12,8% está excluído, según este estudio:

La pobreza multidimensional (sanitaria, educacional, energética, alimenticia, etc) golpea casi a la mitad de la ciudadanía.


En conclusión, mientras que en Bulgaria el socialismo aportó crecimiento económico, bienestar a una mayoría, servicios universales y prosperidad, el capitalismo ha beneficiado a unos pocos y ha sumido en las dificultades, la pobreza y la exclusión a gran parte de la sociedad búlgara.

Comentaris

  1. ¿Tendrás el libro "Bulgaria Bajo la Lente en pdf?

    ResponElimina
  2. Madre mía!!!! fuentes de datos: Nadra??? de verdad???? no hemos encontrado otro peor y más desacreditado????
    Parece ser que en la dictadura comunista en Bulgaria había menos diferencias entre pobres y ricos.....hombre es que si no hubiesen conseguido ni eso en un régimen marxista apaga y vamonos!!!!

    ResponElimina
    Respostes
    1. No tiene otra cosa que decir, las republicas ex-socialistas hoy siguen con márgenes de bienestar económico bajos, aunque los primeros 30 años de Estatismo Socialista habia progresado el doble, eliminaron todo el socialismo y todas las inversiones actualmente son privadas y no hay mejora, el mito capitalista que lo privado es superior a lo público.

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