SOCIALISMO EN ÁFRICA: LA REPÚBLICA POPULAR DE CONGO
Por CríticaPolítica
Que el socialismo es capaz de crear grandes tasas de crecimiento y una riqueza notable ya lo vimos en otro artículo. Hoy analizaremos un caso muy particular: la era socialista (1970-1991) de la actual República del Congo (o Congo-Brazzaville, no confundir con la vecina República Democrática del Congo, o Congo-Kinsasha).
A partir de 1961, un gobierno socialista tomó el poder en Congo-Brazzaville, y en 1969-70 un nuevo gobierno convirtió el país en un estado socialista" aplicando los principios del marxismo-leninismo y manteniendo estrechas relaciones con la Unión Soviética y Cuba.
Era un pequeño país con pocos recursos naturales y que arrastraba los típicos problemas de una cruel época colonial: monocultivos que satisfacían los intereses de su antigua metrópoli (Bélgica) y no los nacionales, y diversos conflictos étnicos. Según expone Margaret Sanders en su estudio Measurement of Levels of Living in the People's Republic of the Congo, publicado en The Journal of Economic History Vol. 43, No. 1, The Tasks of Economic History (Mar., 1983), pp. 243-250, el gobierno comunista consiguió desarrollar una agricultura que consiguió abastecer a la población, tras haber solucionado exitosamente los problemas étnicos legados por su pasado colonial. Así, el desarrollo general de la economía y el nivel de vida de esta estado socialista estaban preparados para crecer, si se hacían bien las cosas. Y, como veremos, en general fue un éxito (sobre todo teniendo en cuenta las enormes dificultades que presentaba cualquier contexto africano).
De entrada, vemos que la actual República del Congo nunca ha llegado a ser tan rica como lo llegó a ser en su época socialista:
Se supone que la adopción de una economía capitalista y la apertura al capital extranjero debería haber incrementado la riqueza de Congo-Brazzaville, pero no ha sido así: el capital extranjero no ha conseguido incrementar el PIB per cápita que consiguii la economía marxista-leninista a mediados de los 80.
También podemos comprobar que la disponibilidad de calorías per cápita fue mejorando durante la era socialista hasta llegar al mínimo requerido (unas 2.200-2.400 calorías diarias per cápita) pese a que se tuvieron que mejorar los cultivos y la distribución durante esa misma época. Tras la caída del gobierno comunista hubo un desabastecimiento general, y hasta al cabo de casi dos décadas no se llegó a los niveles de los años 80.
Y no nos dejemos engañar por el aumento constante a partir de 2005: responde a un incremento de la ayuda humanitaria (en forma de envío de alimentos) al país en ese año, que luego descendió pero se ha mantenido con fluctuaciones.
Otro de los éxitos del gobierno comunista en Congo-Brazzaville fue la alfabetización, no sólo la general, sino también la lucha por la paridad de género:
El gobierno comunista de Congo-Brazzaville también extendió la sanidad al conjunto de la población, haciéndola gratuita y accesible a cualquier ciudadano. Se extendieron los centros sanitarios por todo el país, especialmente los centros de atención primaria, sobre todo para la infancia (imprescindibles en un país donde casi el 50% de la población tenía entre 0 y 15 años), se aumentó la formación de médicos y su disponibilidad. Según el Banco Mundial, en 1960 había 13.000 personas por cada médico, pasando en los 80 a 7.320 personas por cada médico. Con toda esta reforma sanitaria, el gobierno comunista consiguió disminuir la mortalidad infantil cada año, progreso truncado durante varios años tras el paso a la economía capitalista:
Sin duda, la privatización de la sanidad y los fármacos explicarían el descontrol de una de las enfermedades más mortales que hubo (y hay) en África, y que afectaban enormemente a la mortalidad infantil:
Esto sucedió porque, debido a la inestabilidad que el capitalismo causa en las economías africanas, no se ha podido mantener un flujo constante y creciente de tratamiento retroviral a madres afectadas por el SIDA:
Durante la era socialista, la principal causa de muerte infantil era el sarampión. Al contrario de lo que ha hecho el Congo capitalista con el SIDA, el gobierno comunista se esmeró en luchar contra el sarampión:
No hay más que ver la evolución histórica del Índice de Desarrollo Humano durante la era socialista y la capitalista posterior a 1991para, sumado a los datos aportados anteriomente, darse cuenta de que la era socialista de Congo-Brazzaville estuvo marcada por el progreso y el esfuerzo por el bienestar popular:
Pese a que hoy en día, gracias a la innovación tecnológica y las aportaciones generosas de numerosas ONGs, Congo-Brazzaville ha conseguido mejorar algunos de sus indicadores socio-económicos (tras un empeoramiento de entre una y dos décadas tras la introducción del capitalismo), la brecha de pobreza de este país no hace más que ensancharse (aunque enpezó eb la era de la perestroika soviética, cuando la URSS dejó de apoyar a otros países slcialistas por presión de EEUU). Es la marca del capitalismo: enriquece enormemente a las élites económicas y crea una clase media (poco numerosa en África), dejando unas migajas para gran parte de la población(la mayoría en países periféricos):
¿Qué tal le fue, en el mismo período a su vecina República Democrática del Congo? Con mayor cantidad de fuerza de trabajo adulta, con una economía capitalista y con la ayuda del BM y el FMI, así como con el soporte e inversiones de EEUU, salta a la vista qué país estuvo mejor:
Como último apunte, mencionaremos la situación de los Derechos Humanos. Lamentablemente, en África, en general, nunca se han respetado. Tampoco se respetaron en la República Popular de Congo. Sin embargo, fue una de las épocas de ese país en que menos se violaron esos derechos:
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