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Crímenes del capitalismo (I): las matanzas coloniales

CRÍMENES DEL CAPITALISMO (I): LAS MATANZAS COLONIALES
Por CríticaPolítica
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El capitalismo es el sistema económico dominante desde la consolidación de la primera Revolución Industrial. Actualmente, desde las esferas neoliberales (sobre todo desde las más extremistas posiciones anarcocapitalistas) hay un esfuerzo para convencer al conjunto de la ciudadanía de que es el mejor sistema posible, porque crea mucha riqueza e implica libertad tanto económica como política. Sin embargo, este relato choca con la realidad: el capitalismo es el sistema que más pobreza y desigualdad ha generado, así como ha cometido todo tipo de abusos, matanzas y sufrimiento. Todo ello, para satisfacer el ansia de dinero y poder de sus agentes: los grandes capitalistas (propietarios de industrias, banqueros, inversores, etc), empresas multinacionales y  gobiernos de las superpotencias. La enorme riqueza que ha generado siempre ha sido paralela a la explotación del trabajo ajeno, el expolio de recursos y la guerra imperialista. Veamos algunos ejemplos de tal barbarie.

Desde sus inicios, el capitalismo ofreció condiciones de trabajo extremadamente duras a los obreros: larguísimas jornadas, poca higiene, sin medidas de seguridad, sin seguros médicos, explotación infantil, bajas no remuneradas, etc. Gracias a la lucha constante de las fuerzas obreras socialistas, estas condiciones han ido mejorando lentamente en los países más desarrollados, pero se han mantenido en mayor o menor medida en gran parte de países periféricos. El fenómeno de la deslocalización empresarial responde, entre otras cosas, a la búsqueda de mano de obra barata y desprovista de derechos por parte de las empresas capitalistas. Actualmente, muchas empresas occidentales explotan (o se benefician de la explotación) a trabajadores/as en condiciones terribles, como las minas de coltán en la RDC o los talleres textiles en el sureste asiático.

Sin embargo, aunque el capitalismo sigue causando pobreza y desigualdades dentro de las fronteras de las superpotencias, su cara más cruel y despiadada la vieron las personas sometidas al imperialismo colonial de los siglos XIX y XX. Auténticas salvajadas, masacres, violaciones y genocidios para defender los intereses geopolíticos de las potencias capitalistas y los intereses económicos de las empresas.

Matanzas durante el imperialismo europeo (segunda mitad del XIX-segunda mitad del XX). Durante el siglo XIX, las superpotencias capitalistas se repartieron África y parte de Asia, manteniendo sus imperios coloniales hasta la segunda mitad del siglo XX. El solo hecho de invadir un territorio e imponer tu lengua, cultura, economía y leyes ya es un crimen en si mismo. Pero, además, los países capitalistas cometieron auténticas atrocidades en sus colonias. Especialmente salvaje fue el terror imperialista en África, donde, durante los inicios del desarrollo capitalista (durante los siglos XVII y XVIII) se esclavizaron millones de negros, se los expulsó de sus tierras y se los obligaba a trabajar para extraer recursos de sus ya expoliadas tierras para enriquecer a las monarquías europeas y, ya en el siglo XIX, durante la consolidación del capitalismo y el imperialismo europeos, se cometieron auténticas matanzas y situaciones de apartheid para asegurar el control de los territorios africanos por parte de las metrópolis, principalmente Francia, Gran Bretaña, Bélgica, Alemania y Holanda. Las conquistas (como las tristemente famosas de Cecil Rhodes y su South African Company) incluían matanzas, violaciones, quema de poblados y torturas para someter a quienes se consideraban incivilizados e inferiores a la raza blanca. El objetivo no era otro que apoderarse de los recursos naturales (que explotaban las empresas capitalistas en régimen concesionario, o bien comprando tierras previamente expoliadas a sus nativos por la autoridad imperial), mano de obra barata (cuando no esclava) y abrir nuevos mercados. Así fue cómo el capitalismo se empezó a expandir por el mundo: con violencia y conquistas.
A continuación, expondremos una relación de algunas de esas atrocidades (pero no son todas).

Los británicos se destacaron en estas prácticas brutales. Además de las crueles y masivas matanzas que mencionaremos, cabe señalar que muchos documentos imperiales fueron escondidos (“extraviados” según la versión oficial) hasta hace pocos años, cuando se empezaron a publicar. Entre las innumerables atrocidades británicas, podemos destacar la masacre  de los indígenas de Australia; el  genocidio en Tasmania (1828-1832); la matanza de los cipayos tras su rebelión contra la ocupación de sus tierras por parte de la Compañía Británica de las Indias Orientales; la hambruna de Orissa (1866), causada por las medidas económicas coloniales capitalistas y por la voluntad británica de no intervenir en la hambruna, considerando que las leyes del mercado libre solucionarían el problema (y sin duda por el racismo europeo, que no consideraba a las razas no blancas como plenamente humanas, lo cual hacía insensibles a los europeos frente al sufrimiento y muerte de esas personas); los campos de concentración en Sudáfrica durante la Segunda Guerra Bóer (1899-1902); los capitalistas británicos y su prensa apoyaron y promovieron el genocidio selknam (1880-1910) en las Tierras del Fuego, puesto que los selknas eran una molestia para sus intereses económicos; la masacre de Amritsar (1919) contra población desarmada; la hambruna de Bengala (1943), provocada deliberadamente por el liberal Winston Churchill (uno de los peores criminales de la historia reciente) y que mató de hambre a entre 3 y 5 millones de indios;

Holanda causó matanzas en Indonesia (1945-1949) para aplastar una rebelión contra su dominio colonial. Cabe destacar que el gobierno holandés pidió perdón, en 2013, por estos crímenes.

Bélgica, que mantuvo su poder colonial en el Congo, bajo dominio directo del rey Leopoldo II, esclavizó brutalmente a los autóctonos para trabajar en las plantaciones de caucho y cometió un genocidio (1890-1908) que se cobró la vida de entre 10 y 15 millones de nativos congoleños.

Alemania cometió un salvaje genocidio contra los nativos de Namibia (1904-1908), porque éstos se rebelaron contra la ocupación de sus tierras que los colonos alemanes expoliaban para apropiárselas, explotarlas y sacar su preciado beneficio. También cometió matanzas en Camerún y en Tanzania (Tanganyka, 1905-1907), siempre para sofocar rebeliones de los nativos que no querían someterse a los intereses del capitalismo alemán, el cual los obligaba a abandonar sus actividades propias para cultivar productos de interés colonial (como el algodón en Tanganyka), que para nada interesaban a quienes debían pasar largas y pesadas jornadas trabajando para los colonizadores.

España cometió otras salvajadas en Guinea Ecuatorial, sobre todo a la llegada del Guardia Civil Ayala, que trató con implacable dureza a los guineanos, incluyendo el sometimiento a un trabajo semiesclavo con alta tasa de mortalidad. Quienes se opusieron al poder español y a la esclavización fueron exterminados. Cabe mencionar la cruel represión y matanzas en el protectorado de Marruecos, donde incluso se usaron armas químicas.

Francia también tiene a sus espaldas imperiales una extensa lista de crímenes atroces en África y el sureste asiático. Además de las horribles condiciones de trabajo en los monocultivos que el Imperio Francés imponía en muchas de sus colonia. Y factorías (aprovechadas por varias empresas capitalistas que pagaban un impuesto al estado francés para poder explotar los recursos y la fuerza de trabajo nativa) y que se cobraron la vida de millones de nativos, o de la durísima construcción del ferrocarril Congo Ocean en el Congo francés (duró 10 años y murieron miles de nativos a causa del agotamiento, la desnutrición y los latigazos) tiene también varios casos de matanzas y represiones sangrientas. En plena colonización de África, una columna de soldados franceses cometieron la matanza de Birni n'Koni (1899), masacrando a la población y violando en masa a las mujeres nativas. En 1944, los soldados senegaleses alistados en el ejército francés protestaron exigiendo el pago de sus salarios, a lo que Francia respondió con la masacre de Thiaroye. Tras la derrota de la Alemania nazi, hubo manifestaciones en Algeria expresando la alegría por la victoria (los argelinos habían participado en la guerra alistados en el ejército francés) y pidiendo más derechos, libertades e incluso el fin de la ocupación francesa. Francia reaccionó con violencia, perpetrando la matanza de Algeria (1945). Al cabo de unos años, empezó la guerra por la independencia de Algeria (1954-1962), durante la cual murieron millones de algeriano. (20 años después, aún se encontraban cadáveres), puesto que Francia se negaba a perder su última colonia. Un año antes de su conclusión, cientos de algerianos residentes en la metrópoli se manifestaron por la libertad de Algeria, a lo que el gobierno francés respondió con extrema violencia, perpetrando la masacre de París (1961), que además de cruel (se asesinaron a 200 personas) fue muy visible (al suceder en Europa). Aunque no fue ni mucho menos la peor atrocidad que cometió Francia para defender los intereses de su clase capitalista, el estado francés reconoció su responsabilidad.

Como vemos, el capitalismo ha sido el sistema más cruel, sangriento y genocida de toda la historia.

Comentaris

  1. Hola Crítica, no encuentro un nombre mejor para dirigirme a ti.
    El post me gusta, se centra en el periodo de máxima expansión del colonialismo, que coincide con el desarrollo inicial capitalista, en plena época de la "selección social" darwinista, cuando curas y científicos debatían si los negros eran humanos o si tenían alma. A lo largo de la historia los distintos sistemas han tenido sus propios sistemas de granjeo humano. Los romanos esclavizaban por millones, después llegaron las tribus germánicas con su aparheit. Los árabes volvieron a esclavizar a millones hasta el punto de que aún hoy encuentras tuaregs rubios. Cuando los portugueses viajaron a Asia volvieron a usar a sus colonias como campos de trabajo y exterminio. Después los españoles condenaron al nuevo mundo con una mezcla de capitalismo y feudalismo. Los holandeses hicieron lo propio con el movimiento Boher y las holland east india company VOC. La cual copiaron los británicos con su HEIC para someter a su imperio, lo cual enlaza con tu post. Corrupción, esclavización en masa, campos de exterminio, enfermedades, guerra, impunidad. Eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor será según para quién.
    Salut!

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias por tu aportación :)
      Evidentemente, en todas las épocas y con otros sistemas económicos se han cometido salvajadas. El motivo de exponer las salvajadas del capitalismo no es otro que desmitificar esa aura de sistema defensor de las libertades y la democracia que el neoliberalismo intenta vendernos.
      Un saludo!

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